Consejos para afrontar los primeros días de clases

“Ciertamente los niños requieren experimentar situaciones desafiantes y que impliquen un riesgo a la autoestima personal, y también necesitan aprender del fracaso, pero los padres deben cuidar que estas situaciones sean protegidas y dosificadas otorgando su apoyo psicológico antes, durante y después que ocurran”

 

Es normal una respuesta de ansiedad y estrés cuando nos enfrentamos a situaciones desconocidas y nuevas. Por ello,  es que el primer día de clases, es un momento de gran incertidumbre y lleno de  emociones. Tanto las familias como los colegios debemos ofrecer estrategias para que los estudiantes reciban este primer día de la mejor manera.

 

¿Qué hacer como padres para facilitar el ingreso a clases de mi hij@?

Para el caso de las familias, en donde los hijos suelen tener reacciones ansiosas, la clave más importante es transmitir a los hijos que el colegio es un lugar seguro. De igual forma, darles opciones a los niños de qué hacer frente a situaciones determinadas, y decirles a qué persona del colegio pueden solicitar ayuda. Por otro lado, los temores que pueden sentir los adultos al dejar a sus hijos en los colegios, muchas veces son percibidos por los niños, asumiéndolos como propios. Y esto obstaculiza el proceso de adaptación al contexto escolar.

Pueden también conversar con anterioridad  al día de entrada al colegio con su hijo respecto al tema. Contarles sus experiencias al respecto cuando eran niños y que estrategias utilizaron para controlar sus temores. Los padres pueden preparar psicológicamente al niño con respecto a la situación en que ellos se quedaran solos por un rato en el colegio.  No olvidar el lenguaje emocional, es decir, hacer hincapié en los sentimientos del niño. De esta manera, se reducen los niveles de ansiedad y logran resolver de manera autónoma las dificultades.

Otra clave es que el estudiante asista a su colegio con algún objeto que sea significativo para el/ella que lo haga sentir seguro(a) y le permita adaptarse a la experiencia escolar.

Se recomienda también que los padres o cuidadores se turnen para ir a dejar al niño al colegio, de modo que éste no tenga que despedirse siempre de la misma persona

Todo lo anterior son estrategias para el ingreso a clases, sobretodo si mi hij@ ha presentado reacciones fuertes de ansiedad en otros contextos similares.

 

¿Qué hacer frente a reacciones ansiosas intensas?

Es fundamental que los padres entreguen una adecuada contención emocional y que le permitan al niño vivir la expresión emocional, la cual puede tomar forma de llanto excesivo, rabieta etc.

La contención emocional como dice su nombre, se trata de poder brindar a la persona que está sufriendo una reacción ansiosa una suerte de cobijo, que le permita ir recuperando su equilibrio. No sirven los castigos porque dejan aún más ansioso y descontrolado al niño, menos los gritos y tampoco sermonear. Es necesario dejar que el niño suelte y exprese su ansiedad y una vez calmado poder hablar con el sobre sus conductas, emociones y entregar estrategias como las ya nombradas.

Por último, si las reacciones ansiosas son frecuentes conviene acudir a un especialista. Paralelamente si la reacción ansiosa ocurre dentro del establecimiento, abordarla en conjunto con el docente o psicólogo para apoyar el proceso de adaptación.

 

¿Qué se recomienda para apoyar y contener a nuestros adolescentes?

En el caso de l@s adolescentes, el nivel de ansiedad puede ser similar al que sienten los más pequeños, sin embargo, sus respuestas pueden ser diferentes. Debido a la etapa evolutiva en la que se encuentran, los adolescentes tienden a disimular o esconder sus temores y problemas, mostrándose más bien introvertidos, acudiendo por lo general, a sus amistades, quienes a su vez, se encuentran en la misma etapa. Ó más bien, haciendo notar de manera desregulada e impulsiva su sentir, lo que también, nos indica que algo está ocurriendo. Por ello, la alerta por parte de los padres, debe ser aún mayor que cuando son pequeños. Se sugiere que los padres estén pendientes de los cambios conductuales en los adolescentes, los cuales les indicaran sus estados emocionales. Por esta razón, se recomienda, en primer lugar, generar nuevas normas y reglas en casa para el adolescente, ya que si se continúa utilizando las mismas que cuando eran niños, se generaran problemas en casa, en la convivencia y comunicación. De igual forma, para que el adolescente perciba consistencia de parte de los diferentes contextos que lo rodean, es que se recomienda que exista un trabajo coordinado  entre las familias y el colegio. En segundo lugar, no dejar pasar las señales que notemos, fortaleciendo el dialogo en familia, y la comunicación con el colegio, ya que muchas veces los adolescentes acuden a sus profesores para contarles sus problemas o temores.

En esta etapa escolar se pueden producir ansiedades frente a la aceptación del grupo curso, conflictos o desilusiones en relación a las amistades y de pareja. Por otro lado, comienzan a aparecer conductas de riesgo propias de la adolescencia, lo que invita a las familias a plantear temáticas nuevas de conversación y dialogo en casa.

Al igual que en el caso de los más pequeños, si percibimos tales cambios, será necesario acudir a un especialista, y comunicarlo al establecimiento para abordarlo de manera integral, con el fin de apoyar al estudiante a sobrellevar las dificultades.

 

Equipo de Convivencia Escolar

Saint Patrick School

Bibliografía

Clinica Escolar: Prevención y atención en redes
Neva Milicic M., María Isidora Mena E., Verónica López L., Bernardita Justiniano S.